Al ir a dejar flores a mi abuela en el cementerio, un hombre estaba poniendo una torta y un vaso de vino en la tumba vecina. me dirijo al hombre sonriendo, y le pregunto:
- 'Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá esa torta y beberá ese vino?
- 'Si', me respondió el hombre... 'Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.'
No hay comentarios:
Publicar un comentario